Feliz navidad

Cuando era pequeña me encantaba la navidad. El decorar la casa, poner el árbol, hacer el belén, digo hacer, porque unos años eran figuritas de tubitos de cartón con sus casas de papel, o bien eran barriguitas disfrazadas para el evento o cosas de ese estilo. Mi padre siempre hacía dulces, tocaba la guitarra...Ahora ya, no me importa. Nuestra noche buena, fue una más, la diferencia es que en vez de venir al ordenador después de cenar, me quedé con mi familia viendo la tele, y ya no había pasteles de mi padre, ni se oía la guitarra, simplemente, mi padre estaba sentado. Es lo que tiene una asquerosa enfermedad llamada ELA. Y el hecho de saber que gente tiene a familiares en hospitales, o que ya no cuentan con ellos, y ver a la tía de un amigo de la infancia llorar en un supermercado porque su hermana (la madre de este chico) ya no la ha podido decir qué es lo que tenía que comprar para Noche buena, porque murió el año pasado.
En fin, quizás es por ese motivo por el que no me gusta desear feliz navidad. Me gusta desear feliz año, para que por lo menos sea igual que el que hemos tenido o mejor, porque haya esperanza y porque tengamos deseos y ganas de llevar a cabo ciertas cosas, para que podamos disfrutar de todo lo que no hemos podido este año, para intentar ser un poco más felices.
Deseo que estos días malos para algunos no sean tan malos y que con el comienzo del año se vean las cosas mejor, y para los que estos días sean buenos, disfrutarlo cuanto podais e intentar contagiar vuestro ánimo y diversión a aquellos que lo necesitan.
Yo tengo la suerte de tener a ciertas personas que hacen que mis días sean mejor y a una en especial que consigue que sea un poco más feliz. Y nunca faltará el buen humor en casa. Como digo yo: un día sin una sonrisa, es un día perdido.